Sostenibilidad
CULTIVA

En sus inicios, como joven chef empeñado en crear un restaurante de primera, la frustración era inevitable: los mejores ingredientes eran difíciles de conseguir, rara vez orgánicos, y la cadena de suministro, en el mejor de los casos, irregular. José Illingworth estuvo a punto de seguir los pasos de tantos cocineros en un mundo competitivo que carecía de lo necesario para dar el salto hacia la excelencia gastronómica.Se enfrentó a una decisión: seguir persiguiendo sus aspiraciones en la cocina, o cambiar el sistema desde adentro. Eligió lo segundo. Dejando de lado sus ambiciones de chef, fundó Cultiva Ecuador para garantizar a los restaurantes la trazabilidad, calidad y excelencia que necesitaban para elevar la gastronomía de sus proyectos.
Lo que comenzó como frustración personal se convirtió en un acto de visión y solidaridad: un chef empoderando a otros para cumplir sus sueños. Hoy, Cultiva es el corazón del movimiento farm-to-table en Quito, celebrado por chefs de todo el país. Con cosechas libres de químicos, más de veinte especies de flores comestibles y productos de temporada cosechados en su punto de mayor calidad, abastece a las mejores cocinas del Ecuador y entrega a nivel nacional, llevando el verdadero sabor de la tierra a las mesas más exigentes.
Pero el impacto de Cultiva va mucho más allá. Con un equipo de ya quince personas trabajando incansablemente día tras día, ha transformado la mecánica misma de la escena gastronómica ecuatoriana. En un país donde el abastecimiento es notoriamente errático, Cultiva se ha vuelto el salvavidas de chefs y restauranteros. Si un local se queda sin producto en pleno servicio, si un pedido se retrasa o un proveedor falla, Cultiva responde de inmediato, resolviendo la crisis en el acto. Para los mejores restaurantes del país, esta fiabilidad es una auténtica revolución. Ha hecho de Cultiva algo más que un proveedor: un estandarte de excelencia y el motor sobre el cual carbura la alta cocina del país.
Los restaurantes operan ahora con mayor ambición, sabiendo que la calidad y la consistencia en la cadena de suministro son posibles. A su vez, la cultura gastronómica ecuatoriana madura, acercándose cada vez más a los estándares de la élite internacional.
Al considerar este reconocimiento, no hubo dudas. Todos señalaron a Cultiva: la empresa que cambió las reglas del juego. Este premio no solo es merecido: es central. Marca un hito, la promesa de que el futuro gastronómico del país se verá más conectado, sostenible y dinámico que nunca.