Carnes y Parrilla
1. Datu Deli
Datu Deli es el templo del Angus premium en Quito. Cortes madurados al punto, hamburguesas de 200 g con gouda y tocino, carnes gruesas y jugosas, tablas que reúnen lo mejor de su carnicería gourmet. Sí, en su esencia es un delicatessen que provee a la ciudad de productos de primera, pero su restaurante, su ambiente luminoso y servicio que imprime respeto, no busca premios, aunque gane con cada bocado.




Sur no se anda con rodeos. Cuando Néstor Buratovich trajo a Quito cortes premium argentinos, uruguayos y americanos, su propuesta fue un éxito instantáneo. Algunas carnes maduradas por días, salteadas con mantequilla fina o envueltas en tocino, llegan impecables y jugosas. Un ambiente íntimo, una excelente cava y la certeza de que estás comiendo en serio.

En Tributo, cada plato rinde homenaje al producto ecuatoriano. El chef Luis Maldonado, reconocido entre los mejores del mundo en el arte de la cocción de carnes, nos ofrece cortes madurados y tratados con cuidado en un espacio moderno y acogedor de alta cocina, tanto accesible como festiva y celebratoria.

Mucki’s arrancó en 1990 en El Tingo, a las afueras de Quito, cuando Mucki Lehmann decidió traer un pedazo de Baviera al Ecuador. No hay misterio: codillo, schnitzel, eisbein y bratwurst que piden una cerveza al lado; hospitalidad alemana lejos del ruido de la ciudad donde la tradición pesa más que la moda y lo que manda es el sabor.

Los Troncos es el homenaje de Quito a la parrilla argentina. Cortes grandes, brasas ardientes, cerveza fría y un salón que vibra como un viernes en Buenos Aires. Informal, concurrido, sin excusas, aquí se viene con hambre, se conversa a gritos y uno sale con el fuego en las venas.
6. Almudena

7. Laamhaus

8. Zerdo

9. Vereda Tropical

10. El Corte
