Cocina Nikkei y Japonesa
1. Osaka
Osaka es Nikkei en su máxima expresión en Quito. No se limita a sushi o ceviches: ofrece wagyu con salsa kabayaki, tiraditos intensos, scallops con foie gras que revientan de sabor. La marca internacional respalda el nivel, pero aquí cada plato demuestra técnica y valentía. Un espacio diseñado para impresionar y una clientela refinada lo convierten en una experiencia obligada.




En el barrio residencial de Las Casas en Quito, el chef Junior Córdova ha redefinido la cocina japonesa con sello propio. Sushi, sashimis y nigiris conviven con creaciones que exploran fermentos, productos locales como chochos, sacha inchi, chocolate o café y técnicas de alta escuela que desafían clichés y expanden el Nikkei en Ecuador.

Ueya trae a Guayaquil su “mestizaje gastronómico”, fundiendo sensibilidades japonesas y ecuatorianas en una experiencia íntima, estética y sin concesiones. Sin carta, el chef Juan Camilo Samán propone degustaciones de hasta diecisiete tiempos con ingredientes de origen local, donde rigor, sostenibilidad y teatralidad convierten cada bocado en un verdadero deleite.

Nubori es hoy una de las direcciones esenciales de Quito para la cocina japonesa. El chef de larga trayectoria, Noe Carmona, ha creado un menú que equilibra sushi, sashimi, rollos y otros platos nipones con texturas ricas en matices, complementado por cócteles que expanden la experiencia y la convierten en una de las grandes citas urbanas de la ciudad.

Mikka despliega en Guayaquil lo mejor del espíritu Nikkei. Ceviches, rolls, costillas braseadas durante 48 horas, frescos mariscos y pesca del día dan forma a un menú que equilibra la chispa del sabor peruano con la refinación japonesa. En Plaza Lagos, Mikka es un portal culinario que invita al paladar a viajar.